Tanto el alcalde Jim Kenney como la comisionada Danielle Outlaw votaron el martes por someter regulaciones para una reforma urgente en la Policía de Filadelfia.
Un total de 31 medidas que van desde el uso de la fuerza, como recientemente un oficial le pegó con la macana a un manifestante y colocó su rodilla en el cuello del individuo, hasta un impulso a la política en la uniformada.
Todo esto luego de la avalancha de presión que recibió el cabildo durante más de una semana de protestas inspiradas en la muerte de George Floyd.
Ambas figuras, Kenney y Outlaw, recorrieron las calles de Filadelfia con los manifestantes el pasado sábado en un evento multitudinario y masivo. También se arrodillaron en señal de protesta. Los dos sostienen que están abogando por un cambio en el sistema.
La reforma incluye el insumo de la comunidad en diversas formas, así como las negociaciones contractuales con la unión que alberga al cuerpo de respuesta la Orden Fraternal de la Policía.
“Este pasado fin de semana miles de individuos se congregaron para hacer sentir su mensaje, para que se escuchara su voz. Queremos que los miembros de la comunidad afroamericana entiendan que los escuchamos y sentimos su dolor. Gracias por compartirlas”, destacó Kenney en una comunicación escrita.
“Esta ha sido una experiencia llena de humildad tanto para mí como para todos los miembros de mi administración. Muchos de nosotros internalizamos, que, aunque creamos que somos progresivos e inclusivos, nos falta mucho por aprender.
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Todo esto llega luego de que 14 de los 17 miembros del Concejo Municipal de Filadelfia denegaron el presupuesto de aumento para la uniformada. El mismo deberá resolverse el 30 de junio.
