La comunidad se unió para pedir un alto a la violencia en el suroeste de la ciudad, que ha sido escenario de dos de los últimos tiroteos en los que menores de edad fueron alcanzados por balas.
Vecinos del sector, así como la Comisionada de la Policía, líderes comunitarios y el fiscal del distrito hablaron hoy a solo pasos de donde se elevó un pequeño altar a Zamar Jones, quien fue asesinado el fin de semana pasado por una bala perdida.
El activista comunitario Joey Deville dijo que, cada día, más niños se encuentran atrapados en la violencia armada que les rodea.
“Es una tragedia”, dijo DeVille. “Nosotros, como comunidad, hemos fallado a esos niños y tenemos que hacer un trabajo mejor en estar unidos y estar en el frente de la línea, peleando la guerra en contra de la violencia”.
Y ese llamado a la colaboración ciudadana también llegó de parte de la Comisionada de la Policía, Danielle Outlaw. La Comisionada señaló que “esto no es algo que solo el Departamento de la Policía pueda abordar”.
A solo horas de que otra menor de seis años también resultara herida de bala en otro vecindario cercano, las autoridades y miembros de la comunidad coinciden en que el trabajo en equipo es clave para que ni un niño más sea víctima de la violencia.
“Yo estoy aquí con mis hermanos y hermanas que también quieren ver un cambio en la comunidad”, expresó DeVille.
Local
Por su parte, el fiscal del Distrito de Filadelfia, Larry Krasner, dijo hoy que un tercer hombre involucrado en la muerte de Zamar Jones está bajo custodia.
“El juicio no cambia la realidad de que hemos perdido a Zamar Jones. Tenemos que cambiar la situación, para que no tengamos más muertes de niños”, apuntó Krasner.
