Decenas de personas se congregaron el miércoles frente al Centro de Justicia Criminal en Center City, Filadelfia con un ataúd haciendo alusión a las vidas que se podrían perder, a causa de la falta de seguridad en los penales de la ciudad, debido a la crisis de salud.
“Debemos pensar y recapacitar para poder actuar. Queremos mayor seguridad para los reos, que son seres humanos como todos nosotros. Dios los bendiga”, destacó una de las protestantes.
El grupo quiere que se liberen los confinados en módulos penitenciarios en riesgo de infección por el COVID-19.
El martes se reportó en Filadelfia la primera muerte en el sistema penal de la ciudad de una mujer, de 40 años, con condiciones preexistentes.
En una vigilia, llevada a cabo esa misma noche, los manifestantes dijeron que las presas temen “morir contagiadas y encerradas”.
El alcalde Jim Kenney explicó que aboga por una reforma judicial para liberar a los reos de delitos menores por el coronavirus, pero la determinación no está en sus manos.
