Pese al incentivo económico del gobierno federal algunos ciudadanos aseguran que están desesperados por no tener dinero para la renta.
Los hispanos de Pensilvania se han visto en la disyuntiva de seleccionar si poner un plato de comida en su mesa o pagar las cuentas.
Así lo ratificó Misauri Feliz, miembro de Make the Road PA, quien teme quedarse sin un techo para ella y su familia porque todo lo que genera lo usa para comestibles.
“Esto es bastante desesperante. Mi pelo, los cabellos se me quedan en la mano de la tensión, así es que estamos”, dijo abrumada la activista comunitaria.
Y es que tanto ella como otros líderes se unieron el miércoles en una conferencia virtual para delinear una petición al Gobernador Tom Wolf para que no deje de lado a las comunidades en riesgo en términos de ayuda económica.
Tan pronto como el miércoles el funcionario dijo que configuro un grupo de investigadores para lidiar con las comunidades en riesgo e incluso que no hablan inglés. “Estamos trabajando con las comunidades que lo necesitan. Designé un ‘task force’ para que ningún ciudadano de Pensilvania se quede afuera”, destacó en su conferencia diaria Wolf.
Mientras tanto Feliz sigue debatiéndose entre los pagos que le restan para completar abril.
Cientos de hispanos en Pensilvania aseguran sentirse “abrumados” tras la pérdida de empleo y el tener
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“El dinero que hago no me alcanza para pagar biles (cuentas), casa y lo primordial, en mi situación, que es la comida de mis hijos. Ellos tienen que comer”, sostuvo Feliz.
Agregó que “como inmigrantes somos los más afectados y tengo en mi casa niños, nieta, y su madre está asintomática, por lo cual no puede trabajar y estamos preocupados, muy preocupados. Le pedimos al gobernador que haga algo para ayudar, a personas como yo, a la comunidad”.
La cifra por desempleo en Pensilvania alcanzó niveles sin precedentes debido al cierre de comercios hace un mes debido a la crisis de salud.
