El gobernador Tom Wolf evadió el martes las preguntas sobre si emitirá más órdenes de cierre a medida que los casos de la variante omicron de COVID-19 se propagan rápidamente y se llenan los hospitales de Pensilvania con pacientes no vacunados.
Durante una participación en la radio en KDKA-AM de Pittsburgh, Wolf reiteró que la vacuna es la estrategia de su administración para combatir la propagación de COVID-19.
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“La vacuna es nuestra estrategia y la gente necesita vacunarse”, dijo Wolf.
El Departamento de Salud de Wolf espera que los nuevos casos alcancen su punto máximo en enero, seguido de un pico de hospitalizaciones en febrero y un pico de muertes entre finales de febrero y principios de marzo.
Los hospitales y hogares de ancianos afectados por una grave escasez de personal han hecho sonar la alarma a medida que los pacientes con COVID-19, en su mayoría no vacunados, llenan las camas de los hospitales. La administración de Wolf dijo que está trabajando para traer trabajadores de la salud de otros estados para ayudar.
Al comienzo de la pandemia en la primavera de 2020, Wolf ordenó que las escuelas cerraran, emitió una orden de quedarse en casa, cerró negocios considerados "no esenciales” y ordenó que se usaran mascarillas en interiores y en público donde el distanciamiento social era imposible.
Sin embargo, desde entonces ha visto esa autoridad debilitada en medio del rechazo de los legisladores republicanos.
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Los votantes otorgaron más autoridad sobre las declaraciones de desastre de emergencia a los legisladores. La Corte Suprema del estado puso fin a la orden de uso de mascarillas de Wolf en las escuelas y guarderías, diciendo que carecía de justificación legal después de que la Legislatura controlada por los republicanos votara en junio para terminar la declaración de desastre de emergencia por COVID-19.
