El gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, dijo que es hora de que los legisladores se unan a su programa de becas universitarias propuesto, y que se necesita con urgencia debido a las dificultades para encontrar trabajadores en todas las industrias.
En una entrevista ofrecida el miércoles, Wolf dijo que el programa tiene sentido porque el gobierno estatal de Pensilvania se encuentra actualmente en una posición financiera sólida y debido a la creciente demanda de trabajadores, incluidos los graduados universitarios.
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“Cuando piensas en los desafíos a los que nos enfrentaremos en los próximos dos años, no será ‘¿Dónde podemos conseguir trabajo?’, sino ‘¿Dónde podemos obtener habilidades?” dijo Wolf.
La primera propuesta de beca de Wolf hace dos años se produjo justo antes de la pandemia. Tampoco logró convencer a los republicanos que controlan la Legislatura, y el presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, Stan Saylor, republicano por York, dijo el miércoles que el plan está “muerto al llegar”.
Pero, según casi todas las medidas que existen, Pensilvania todavía se ubica en la parte inferior entre los estados en el nivel de ayuda estatal para la educación superior, el tamaño de la deuda estudiantil y la asequibilidad de sus universidades.
Mientras tanto, Dan Greenstein, rector del Sistema de Educación Superior del Estado de Pensilvania de 14 universidades, ha advertido repetidamente que Pensilvania no está graduando suficientes estudiantes universitarios para satisfacer la demanda, lo que pone al estado en riesgo de perder industrias que van a otros lugares en busca de talento.
Wolf está trabajando el plan nuevamente, con algunas diferencias.
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La propuesta del gobernador implica sacar $200 millones al año, la misma cantidad. Pero está reduciendo su dependencia del dinero de los impuestos estatales sobre los juegos de casino, dinero que actualmente se destina a subsidiar la industria de las carreras de caballos. En cambio, quiere usar los fondos federales de alivio del coronavirus, al menos durante los primeros dos años.
El nuevo plan de Wolf también hace que los estudiantes de los 15 colegios comunitarios públicos de Pensilvania sean elegibles, no solo los de las 14 universidades del sistema estatal.
Los estudiantes deben cumplir con ciertos límites de ingresos familiares, graduarse de un programa de grado de alta demanda y luego permanecer en Pensilvania después de graduarse durante la misma cantidad de años en que recibieron la ayuda.
Además de la matrícula, el dinero podría usarse para cuotas estudiantiles, alojamiento en el campus, libros, suministros y otros gastos.
La administración de Wolf no ha delineado pautas precisas de ingresos, programas de grado calificados o incluso cuánto dinero podría estar disponible para un estudiante individual.
Si bien el plan de becas ha obtenido el apoyo de los principales legisladores demócratas, Saylor dijo que los republicanos le han dicho a Wolf que la idea no les funciona.
Por un lado, se necesita dinero de los impuestos que se destina a la industria de las carreras de caballos. Ese no es el dinero del estado para tomar, dijo Saylor. En el pasado, los republicanos se han opuesto a otros esfuerzos para desviar dinero de la industria local de carreras de caballos.
Por otro lado, Saylor dijo que el plan de Wolf deja fuera a los estudiantes de Pensilvania que van a otros colegios y universidades en Pensilvania, aunque sean instituciones privadas.
Si Wolf quiere hablar de poner más dinero en subvenciones a través de la Agencia de Asistencia para la Educación Superior de Pensilvania, eso es algo que los legisladores pueden discutir, dijo Saylor.
La inscripción en las escuelas del sistema estatal ha disminuido más del 20% desde 2010, impulsada por la fuerte disminución de estudiantes de familias cuyos ingresos anuales están por debajo de $110,000, según datos del sistema.
“El problema, por supuesto, es terrible para esos estudiantes porque la educación postsecundaria es la clave para el futuro”, dijo Greenstein, rector del sistema universitario estatal.
Pero también es terrible para el estado, dijo, que necesita más graduados universitarios para seguir siendo económicamente competitivo con otros estados, especialmente cuando comienzan a fluir miles de millones de dólares en efectivo federal para infraestructura.
“No tienes a las personas con las habilidades para hacer el trabajo”, dijo Greenstein. “Entonces, realmente tenemos que abordar este desafío en el futuro y es en todas las industrias. Lo ve en el cuidado de la salud, la educación, la agroindustria, la cadena de suministro. Y la única forma de abordarlo es hacer que la educación superior sea más asequible”.
