Gobierno reconoce que espió a candidato opositor

Ricardo Anaya encara al presunto espía que siguió sus pasos en Veracruz.

La secretaría de Gobernación reconoció el miércoles que una agencia federal de inteligencia envió a un elemento para que siguiera al candidato opositor Ricardo Anaya, a pesar de que éste nunca lo solicitó. 

Desde hace tiempo se teme que el Partido Revolucionario Institucional, actualmente en el poder, esté utilizando al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para espiar a sus rivales, pero pocos sospechaban que el seguimiento fuera tan evidente en este caso. 

El secretario Alfonso Navarrete dijo que el CISEN había seguido a Anaya únicamente por razones de seguridad, y destacó que las autoridades pensaban que se le había informado. 

“Es una presunta irregularidad, porque se debió haber informado”, señaló Navarrete, y agregó que “se hizo con el único propósito de informar alguna eventualidad” que pudiera ocurrir mientras el candidato viajaba en carretera rumbo a un evento de campaña el fin de semana en el estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México, donde la violencia del narcotráfico es común. 

Anaya publicó un video en las redes sociales el martes en el que confronta al agente, quien se identificó como empleado del CISEN cuando le preguntaron por qué estaba siguiendo al candidato en una camioneta. Por su parte, Navarrete reconoció que el hombre era en efecto un empleado con 26 años de experiencia en la agencia. 

“En lugar de perseguir delincuentes, espían a opositores”, escribió Anaya en las redes sociales. Agregó que más agentes en otros vehículos lo han estado siguiendo. 

Navarrete, cuya oficina supervisa al CISEN, negó que el seguimiento fuera espionaje. Dijo que pensó que Anaya estaba al tanto del operativo debido a que las autoridades federales se lo habían informado al gobierno del estado de Veracruz, cuyo gobernador es miembro del conservador Partido Acción Nacional, el mismo de Anaya. 

Navarrete indicó que los agentes estaban “realizando funciones de seguimiento y darle continuidad a las campañas”, algo que puntualizó es legal. 

“No se trata, y lo dejo aquí muy claro, ni de un asunto de espionaje clandestino, ni de un asunto ilegal que no tenga fundamento legal, y menos aún que no esté dentro de un protocolo donde se analizan todos los temas de seguridad de los estados”, aseveró el secretario. 

Navarrete dijo que el CISEN suspendió a uno de sus funcionarios y que llevaría a cabo una investigación interna. 

Los críticos cuestionaron los argumentos de Navarrete de vigilar a opositores políticos en un país que ha tenido dificultades para realizar operaciones de inteligencia exitosas contra su principal amenaza a la seguridad: los narcotraficantes. 

México no ha podido localizar a casi 30,000 personas que han desaparecido durante la guerra contra las drogas, y ha tenido que apoyarse fuertemente en la inteligencia estadounidense para capturar a los líderes del narco. También ha dejado enormes franjas del país bajo el control de facto de los cárteles. 

En ese contexto, Alejandro Hope, analista de seguridad y exempleado del CISEN, escribió en el periódico El Universal que seguir a los candidatos es “estúpido” y “dispendioso”. 

La recién aprobada Ley de Seguridad Nacional da a la agencia discreción vaga y amplia para operar, agregó. La ley dice que el CISEN puede “hacer labores de inteligencia como parte del sistema de seguridad nacional para ayudar a preservar la integridad, estabilidad y continuidad del gobierno mexicano para sostener la gobernabilidad”. 

“Eso no quiere decir nada y puede permitirlo todo”, escribió Hope. “Ese tipo de definiciones ambiguas deben de ser revisadas a la brevedad”. 

Por su parte, el analista político Rubén Aguilar lo calificó como “un enorme error del gobierno”, y dijo que “parecen aficionados al ejercicio del poder”. Agregó que “no puede verse como más que espionaje”. 

“El gobierno está obligado, necesariamente, a ofrecer seguridad a los candidatos... y luego el candidato puede decidir si lo toma o no”, señaló Aguilar, quien fungió como alto asesor en el gobierno del expresidente Vicente Fox. 

No está claro lo que un solo agente pudo haber hecho para proteger al candidato mientras lo seguía en un automóvil. Los usuarios de las redes sociales se burlaron rápidamente del agente de aspecto inofensivo y cabello canoso, y lo compararon con James Bond o con el jefe Górgory de la serie televisiva The Simpsons. 

El CISEN ya se encontraba bajo intensas críticas debido a que en enero fue nombrado su nuevo titular Alberto Bazbaz, ex procurador del Estado de México, a pesar de que es conocido a nivel nacional por no haber encontrado a una niña desaparecida que estuvo muerta en su propia cama durante nueve días. 

Bazbaz renunció como procurador estatal en 2010 luego de que anunció que la niña Paulette Gebara de 4 años se había asfixiado accidentalmente y su cuerpo fue encontrado en su cama después de que la policía la buscó nueve días. Los agentes que trabajaron bajo el mando de Bazbaz aparentemente la encontraron cuando el cuerpo comenzó a apestar. 

El escándalo del seguimiento llega en medio de una crisis para las policías en México. 

Un escalofriante video que salió a la luz pública a principios del mes mostró a dos agentes atados y arrodillados que confesaron supuestas violaciones a los derechos humanos mientras los rodeaban cinco hombres armados y enmascarados que les apuntaban con pistolas y fusiles, y que aparentemente pertenecían al Cartel de Jalisco Nueva Generación. 

Esos agentes de la Procuraduría General desaparecieron el 5 de febrero en el estado de Nayarit, en la costa del Pacífico. La procuraduría indicó que estaban de vacaciones y asistieron a un evento familiar, pero los narcotraficantes afirmaron que conducían operaciones encubiertas.

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