Tips para ahuyentar el mal humor

Tips para ahuyentar el mal humor

Aunque no sea invitado, el mal humor es una condición que ha afectado a todos, incluso a aquellos que tienen una mejor actitud ante la vida. A veces podemos encontrar razones que justifiquen su presencia; pero en otras simplemente no las hay. Por más que las busquemos, parece que el malestar simplemente llegó y se instaló como un molesto intruso, al que mientras más resistencia le oponemos, más presente se hace.

La buena noticia es que, incluso en esas condiciones, el mal humor es una elección y está en ti desterrarlo de tu vida. Sólo se trata de tomar acción y poner en marcha tres estrategias basadas en procesos científicos que realmente funcionan. Aquí te las compartimos y ya nos dirás qué tal te va con ellas, si las pones en práctica.

1. Concéntrate en los demás.

Por lo general, el mal humor te lleva a estar muy al pendiente de ti: tú eres el centro de todo y mientras más molestias tengas, más te haces consciente de ello. Por eso, si cambias tu foco de atención y lo llevas hacia otra persona, empezarás a engañar a tu mente y dejarás atrás el pequeño mundo en el que te habías encerrado.

Recuerda que todas las personas tienen altas y bajas, y tú puedes ir encauzando tu vida hacia el equilibrio si procuras a los demás, si los incluyes en tu día a día y los tomas en cuenta en alguna de tus acciones. Tómate el tiempo para escuchar a tus amigos, para darles una palabra de aliento, para hace alguna obra altruista. Al final del día, y casi sin que lo percibas, te darás cuenta de que tu ánimo se ha elevado y que del mal humor no queda ni el recuerdo.

2. Ponte en movimiento.

Si permaneces estático serás una presa fácil de las emociones negativas y sólo te hundirás en el mal humor. Así que el ejercicio o una actividad física leve son herramientas invaluables para regular tus estados de ánimo.

Esto tiene fundamentos científicos por el ejercicio también activa procesos en nuestra mente que inciden en el ánimo. Y no se trata de que corras un maratón apenas te sientas molesta; pero sí de que estés consciente de que son procesos graduales, y que puedes empezar caminando un poco o, incluso, viendo un video de deportistas exitosos en plena acción.

Eso sí, acostumbra sacudirte el mal humor antes de llegar a tu hogar para que no contamines su ambiente. Una buena opción sería que camino a casa, de la escuela o del trabajo, hicieras una parara en un parque y caminaras unos minutos en contacto con la naturaleza, ¡verás qué gran regalo haces a tu vida!

3. Sé optimista

Ésta es una actitud que se aprende en la vida y que a veces se relaciona con condiciones propias como genéro, nacionalidad, profesión. No importa la edad que tengas, siempre podrás hacerlo si así te lo propones. Quizá pienses que ante la realidad del mundo ser optimista es vivir alejado de la realidad; sin embargo, esto no es del todo cierto. 

Ser optimista no significa que te mientas a ti mismo o que niegues lo que ocurre. Simplemente se trata de saber y tener confianza de que aún en los momentos más oscuros, cuando la adversidad parece ser una pesada roca en la espalda, hay motivos y señales para seguir en la lucha, con una buena actitud para disfrutar del resultado, para reír y compartir esa risa con los demás.

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