tormenta invernal

Después de la tormenta se debaten entre la limpieza y el juego

Los residentes de Lancaster y Reading en Pensilvania salieron a limpiar las calles de la nieve.

Telemundo

La calma después de la tormenta invernal se debatió entre jugar o limpiar y remover la precipitación acumulada para continuar las labores del día.

Varias familias hispanas de Lancaster y Reading en Pensilvania optaron por hacer ambas cosas. Si bien tuvieron que remover la nieve y abrirse paso para utilizar vehículos o moverse por aceras y calles, separaron unos minutos para que los más pequeños hicieran de las suyas.

“Estoy disfrutando de la nieve con mi vecina y con mi hermano”, dijo Lorinelly Lora, de nueve añitos. La menor cumplió con sus cursos virtuales hasta media mañana y luego salió con sus familiares y amigos a disfrutar.

“Mis hijas no habían disfrutado así. Mírenlas como están no quieren salir de aquí”, relató Juan Bonilla, quien supervisó las pequeñas.

Una niñita, de nueve años, y sus amiguitos jugaron lanzéndose nieve en Lancaster.

Y esa fue la norma en la mayoría de los vecindarios, ya que las labores a nivel estatal se concentraron en las carreteras principales, mientras que a los que residen o tiene comercios en las secundarias les tocó esperar o armarse de fuerza y palear.

Este es tiempo además para algunos que quieren ganarse un dinerito ayudando con palas y otros aditamentos a quienes se les dificulta la remoción de la nieve. “A los que están sacando, mujeres así que no pueden palear los parkings, yo las ayudo con esto un poquito”, explicó José López.

Otros por su parte se enfocaron en su espacio, en limpiarlo bien para continuar el día. “Aquí yo estoy limpiando así para tenerla ready para mañana”, destacó Isabelino Rodríguez, quien no pudo acudir al trabajo el jueves debido a que su camioneta estaba atascada en la nieve.

El boricua, radicado en Lancaster por varios años, comparó la cantidad de precipitación invernal con otras décadas. “Esto es poquito comparado para el 96, 95 que fue la tormenta más fenomenal, de 36 pulgadas o más de 36, y cayeron más de 36, esto uno se lleva hasta el estómago”, agregó.

El gobernador Tom Wolf dijo el jueves en conferencia de prensa que las labores de limpieza y remoción de nieve están en camino, pero urgió a los residentes a no salir de la casa o manejar largos tramos si no era necesario.

El limite de velocidad en las carreteras, que fue limitado por PennDOT a 45 millas por hora durante el paso de la tormenta, regresó a la normalidad pasado el mediodía conforme se normalizaban las labores.

Decenas de familias limpiaron cerca de sus viviendas y casas tras el paso de la tormenta invernal, pero no perdieron el tiempo de permitir que sus hijos jugaran un poco.
El gobernador Tom Wolf dijo el jueves temprano que se mantengan lejos de las vías, si es posible, para que las brigadas de remoción y limpieza de nieve puedan completar su trabajo.
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