Feligreses católicos de nuestra zona tronaron ante la nueva medida del Papa Francisco en la que establece que los sacerdotes y las monjas están obligados a reportar casos de abuso sexual.
Y es que consideran que debe reportarse a las autoridades locales, incluso la Policía.
“Pueden pasar muchas cosas entre cuatro paredes y es bueno que al policía sepa quiénes son los presuntos bandidos”, Margarita Laureano.
El fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, reaccionó en Twitter y destacó que “es positivo que la Iglesia haya tomado esta iniciativa pero que el lugar correcto para reportar un crimen de índole sexual es a los funcionarios de ley”.
El líder católico aprobó el jueves la ley que ordena a todos los sacerdotes y monjas católicos a nivel mundial a reportar a las autoridades eclesiásticas los abusos sexuales del clero e intentos de cubrir estos hechos por parte de sus superiores.
Todo esto en un afán por exigir responsabilidades a la jerarquía católica tras no haber protegido a sus fieles.
La ordenanza le ofrece protección a cualquiera que haga la denuncia. Será implementada en todas las diócesis para que se evalún las quejas de forma confidencial. También establece procedimientos para hacer investigaciones preliminares cuando el acusado es un obispo, cardenal o superior religioso.
EEUU
La ley convierte a los 415 mil sacerdotes católicos y 660 mil religiosas del mundo en informantes obligados. La premisa no requiere reportar los hechos a la Policía.
