Una estatua de Cristóbal Colón en el sur de Filadelfia, que ha sido el lugar de varios enfrentamientos, se almacenará temporalmente, y la ciudad tendrá la tarea de encontrarle otra casa en una propiedad privada.
La decisión de la Comisión de Arte de Filadelfia fue que los funcionarios de la ciudad coloquen la estatua en un almacén e informen cada seis meses al organismo sobre los esfuerzos para encontrarle un nuevo espacio, que actualmente está en Marconi Plaza. A medida que los funcionarios hallen una nueva alternativa, deben consultar con miembros de la comunidad, dijo la comisión.
Nueve comisionados votaron a favor de la propuesta, y solo el comisionado Joe Laragione se abstuvo.
La decisión de la Comisión de Arte es parte de las soluciones que se le buscan a la estatua, a pesar de una votación que hubo el mes pasado por parte de la Comisión Histórica de la ciudad para eliminarla y la postura de la administración del alcalde Jim Kenney, que había argumentado que el monumento era "inaceptable" e "inseguro" y debería ser reubicado.
"Está claro desde las últimas semanas y meses que mantener la estatua de Colón en Marconi Plaza es inaceptable para la mayoría de los residentes de Filadelfia y, de hecho, completamente inseguro", dijo James Engler, jefe de personal de Kenney, en una reunión similar sobre el tema en julio.
La estatua se convirtió en un foco cultural cuando un grupo de hombres, en su mayoría, algunos armados con bates y al menos uno con un rifle, rodearon la escultura el 13 de junio. El grupo estaba respondiendo a rumores infundados en las redes sociales de que la ciudad planeaba derribar la estatua cuando la gente en otras ciudades derribaba esculturas similares mientras la nación una vez más se enfrentaba por asuntos raciales.
Aunque Colón sigue siendo un motivo de orgullo para muchos italoestadounidenses, incluidos algunos en Filadelfia, se ha convertido en una figura controvertida, ya que la gente ha señalado su brutalidad contra los indígenas en las Américas como una razón por la que no debería ser venerado.
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Los comisionados también parecieron lidiar con ese tema, y señalaron que los legados de otras figuras históricas también han sido reexaminados y reinterpretados y que Colón divide opiniones incluso dentro de la comunidad italiana.
“Descubrimos todos los días que los héroes son imperfectos, y ¿por qué debería eso sorprender a alguien? Los héroes siempre son imperfectos ”, dijo el presidente de la comisión, Alan Greenberger.
En el otro extremo del espectro estaba el comisionado Robert Roesch, él mismo escultor.
"Cuando veo una obra de arte pintada con aerosol y gente parada a su alrededor con pistolas y bates, lo encuentro muy perturbador, y ese no es el propósito del arte público", dijo. “Y sugerir que la comunidad podría proteger la obra de arte es evidentemente absurdo; los disturbios llevan a más disturbios", agregó mientras abogaba por la reubicación de la estatua.
Funcionarios de la administración de Kenney señalaron en julio que la mayoría de las 13,000 personas que respondieron a una encuesta sobre qué hacer con el monumento estaban a favor de su eliminación.
La comisionada Carmen Febo San Miguel argumentó que la encuesta de la ciudad fue "muy apresurada" y que los funcionarios deberían considerar una encuesta "más bien pensada" para medir la opinión pública.
