La comisionada de la Policía de Filadelfia, Danielle Outlaw catalogó algunos de los hallazgos de un reporte de la oficina del contralor sobre la respuesta de la uniformada durante los disturbios del verano, como “injustos y repugnantes”.
La funcionaria estableció que cuenta con el apoyo del alcalde Jim Kenney, líderes citadinos y comunitarios. “No me han pedido que renuncie a raíz de los hallazgos del informe y no pienso renunciar”, apuntó Outlaw.
Explicó que “aceptamos los resultados de la revisión independiente y francamente la utilizamos cada día para mejorar. Somos una entidad de aprendizaje constante”.
Outlaw sostuvo que su respuesta, en términos de liderazgo, en muchos de los incidentes suscitados en la ciudad durante las protestas por la muerte de George Floyd, los saqueos y la violencia fueron tomadas al momento, sin un esquema premeditado, en “tiempos sin precedente”.
Agregó que muchas de las acciones perpetradas por la uniformada, bajo su mando, durante los mentados eventos siguen bajo investigación y una vez completen el proceso las develará al público. “Pasaremos la tormenta juntos”, dijo.
Outlaw recalcó que comparar los eventos ocurridos en Filadelfia con un bombardeo de la década de los 80 está a destiempo y se refiere a pasadas administraciones y líderes que ya no están en el poder.
Aprovechó para recordar que el informe carece de detalles sobre las heridas y malos tratos que recibieron los oficiales en la línea de batalla y enumeró algunos tales como lanzamiento de piedras, ladrillos, agua, ácido y orina, entre otros.
