La Corte Suprema de Pensilvania desestimó una demanda presentada por una tienda de armas que desafió la autoridad del gobernador Tom Wolf para cerrar negocios considerados "no sostenibles para la vida".
A última hora del domingo fue denegada la petición de una tienda de armas, un comprador de armas y una firma de abogados para que se rechazara la orden de cierre emitida por Wolf. La demanda alegaba que el edicto de Wolf violaba el derecho de la Segunda Enmienda a portar armas y otros derechos constitucionales.
El tribunal también dijo que un desafío legal a la orden de Wolf de cerrar oficinas de abogados se había convertido en discutible debido a una acción posterior que permite a los abogados trabajar desde sus ubicaciones físicas para realizar tareas que los jueces federales o del condado consideran esenciales.
El gobernador demócrata ordenó a todos los negocios no esenciales que cierren sus ubicaciones físicas indefinidamente, diciendo que la medida es necesaria para ayudar a frenar la propagación del nuevo coronavirus y evitar que los hospitales se vean abrumados con pacientes con COVID-19.
En una declaración unida por otros dos jueces, el juez David Wecht dijo que la orden de Wolf equivale a "una prohibición absoluta e indefinida sobre la adquisición de armas de fuego por parte de los ciudadanos de esta comunidad - como resultado de una clara tensión con la Segunda Enmienda" y la constitución del estado.
La orden de Wolf de cerrar las ubicaciones físicas de las empresas que se consideran no esenciales para mantener la vida se aplicó a partir del lunes por la mañana.
La administración de Wolf ha estado clasificando casi 10,000 solicitudes de exención, diciendo que su única consideración es la salud y la seguridad.
Local
El vocero de la policía estatal, Ryan Tarkowski, dijo que las personas que desean denunciar un negocio que permanece abierto deben usar números que no sean de emergencia para llamar a la policía estatal o local. "Por favor no llame al 911", dijo.
