Penn State suspendó a más de 100 estudiantes que no se han realizado repetidamente las pruebas obligatorias de COVID-19.
Hasta el martes, 117 estudiantes habían sido suspendidos por faltar, al menos, tres semanas a las pruebas, lo que significa que no se les permite participar en clases presenciales o virtuales, y los que viven en el campus son retirados de su residencia, anunció la universidad en su sitio web.
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Las suspensiones son un último recurso, dijo el vicepresidente de Asuntos Estudiantiles, Damon Sims, en una declaración escrita.
"Lamento que estos estudiantes no hayan seguido nuestras repetidas advertencias y amonestaciones, y espero que hagan las correcciones necesarias", dijo. "Otros no deben repetir su error, y todos los que puedan deben vacunarse y deben enviarnos sus datos lo antes posible".
La escuela anunció antes del inicio del semestre de otoño que los estudiantes, profesores y personal que no estén vacunados contra COVID-19 o que no hayan revelado su estado de vacunación deben someterse a pruebas semanales si están estudiando o trabajando en el campus.
Además de faltar a clases, los estudiantes suspendidos no pueden ingresar a la propiedad de la universidad y no pueden asistir a eventos, programas y actividades patrocinados por Penn State, incluidos los juegos de fútbol, dijo la institución.
Los estudiantes que quieran que se levante su suspensión pueden presentar un comprobante de vacunación u obtener una prueba de COVID-19 en el campus.
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La universidad también dijo que su departamento de recursos humanos está trabajando para determinar cuántos miembros de la facultad y del personal no cumplen con los requisitos de las pruebas.
